El Ginseng, el cual se usa para soporte general del cuerpo, ha demostrado combatir la fatiga y la tensión al aumentar el uso de ácidos grasos como fuente de energía.
El Ginseng oriental es denominado por los chinos como “yang” por su capacidad estimuladora. Todas las variedades de Ginseng reducen el estrés pues incrementan la energía y nivel de oxígeno en la sangre.
Siete estudios europeos concluyeron que el Ginseng oriental contribuía a acortar el tiempo de reacción frente a estímulos visuales y auditivos, acrecentaba la concentración y la comprensión de conceptos abstractos e incrementaba la coordinación visual y motora.
El Ginseng Siberiano es un arbusto que crece en partes de la antigua Unión Soviética y países orientales y cuya distribución es superior a la del Panax Ginseng. Pertenece a la familia de las Araliáceas y su uso en la medicina China data de hace 4.000 años. Los chinos creen que el Ginseng Siberiano (Eleuterococo senticosus), puede mejorar la salud general y restaurar la memoria.
En Rusia ganó mucha popularidad después de las investigaciones realizadas, por sus propiedades como ADAPTÓGENO (sustancia inocua que ejerce una acción no específica y reguladora). En otras palabras, ¡lo que tienes alto te lo bajo y lo que tienes bajo te lo sube!. Un adaptógeno ayuda al cuerpo a adaptarse a situaciones de estrés y por tanto, puede considerarse un tónico general que cubre un amplio espectro de aplicaciones clínicas.
Como adaptógeno, según los resultados científicos, el Ginseng Siberiano actúa de la siguiente manera:
Aumenta la capacidad de los humanos para soportar muchas situaciones adversas (calor, ruido, movimiento, aumento de carga de trabajo, ejercicio, descompresión, cambios climáticos, etc.).
Aumenta la capacidad de los humanos para soportar muchas situaciones adversas (calor, ruido, movimiento, aumento de carga de trabajo, ejercicio, descompresión, cambios climáticos, etc.).
Aumenta la agudeza mental y el rendimiento en el trabajo.
Mejora la calidad del trabajo producido bajo situaciones de estrés.
Mejora el rendimiento físico, la resistencia y la concentración en actividades deportivas.
Mejora la calidad del trabajo producido bajo situaciones de estrés.
Mejora el rendimiento físico, la resistencia y la concentración en actividades deportivas.
Muy efectivo en Arterioesclerosis, por su capacidad de disminuir el colesterol en sangre, bajar la tensión sanguínea y eliminar los síntomas de angina de pecho. Su acción sobre la presión arterial es puramente adaptogénica: el Ginseng Siberiano sube la presión en individuos con la tensión baja.
También actúa a nivel del cerebro: aumenta la sensación de bienestar, gracias a su efecto equilibrador sobre la serotonina, la dopamina y demás neurotransmisores. Por tanto, puede ser de gran interés en casos de insomnio, hipocondría, neurosis y otros trastornos psicológicos.
Uno de los usos más populares del Ginseng siberiano, es en el tratamiento de SFC (Síndrome de Fatiga Crónica). El Ginseng Siberiano es efectivo en reducir los síntomas de fatiga, corregir el bajo nivel de ánimo y estimular las funciones inmunológicas disminuidas.
Los estudios demuestran un efecto protector contra la radiación: puede servir de ayuda contra los efectos secundarios de la radioterapia en el tratamiento del cáncer.
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